Me
preguntas, morbosa a veces
y
curiosa otras (y las más, triste)
por qué
estoy triste, a veces.
En otra
parte alguna vez
llegué a
besarte.
¿Y qué?
No es
por no
mirarte
o
despreciarte.
Esque no
me quedan ojos.
Sí
despojos, y lágrimas.
Poesía
automática y fluir,
fluir,
fluir,
huir,
del
mundo y sus tiempos,
de los
momentos y,
a veces,
de lo
instantáneo.
Pausa.
Sí, es
cierto, que ayer te besé
en los
labios.
Fue
ayer.
Vladimir,
¿me escuchas?
Fue
ayer.
JAJAJÁ.
Poesía
automática
en un
mundo automático
de besos
instantáneos
y cafés
con lengua
y gente
gritando (ellos
gritan,
sí, ellos
gritan).
Pausa.
¿Y por
qué están gritando?
No
diréis, tío,
que os
lo bebo yo.
El
mollate, amigo Marco,
Lázaro,
el vino.
JLee